Nese keni nevoje per perkthim e kam.....
Princesa Cenicienta, minutos antes de salir al escenario
Luisana Lopilato y Rodrigo Guirao Díaz hablaron con lanacion.com sobre cómo se preparan antes de cada función y lo que no puede faltar en sus camarines
¡Qué empiece! ¡Qué empiece!, gritaron al unísono una multitud de niños y niñas que esperaba ansiosa el comienzo de la obra Princesa Cenicienta, una adaptación del clásico cuento de Charles Perrault realizada por Alicia Zanca, quien también la dirige.
Se apagan las luces, se abre el telón, surgen los primeros gritos y aplausos. Aparece Luisana Lopilato en la piel de la maltratada Cenicienta, que escucha atentamente las palabras de su padre: "leer te hará libre".
Una hora antes de subir al escenario del teatro Astral, Lopilato llegó para prepararse para salir a escena y para hablar con lanacion.com. Mientras contesta las preguntas dos peluqueras se encargan de su pelo y una maquilladora empieza a transformar su cara lavada en el rostro de una princesa. Después será hora de probarse las ropas de su personaje, ese que era su preferido de pequeña y que ahora comparte la fascinación con su sobrina.
"Cenicienta era el cuento que más leía y que más miraba en la tele. Además, es el cuento preferido de mi sobrina, que lo ve todo el tiempo", expresó la actriz a lanacion.com, que además aseguró que en su camarín no puede faltar comida.
En el camarín de al lado, siguen el mismo ritual las actrices que interpretan a las hermanastras Divina (Dalia Elnecavé) y Primavera (Laura Cymer), pero ellas mismas son las responsables de sus cabelleras y del maquillaje de sus caras. Ellas charlan relajadas mientras no despegan sus ojos del espejo que les sigue el paso a paso de la composición de sus malvadas jóvenes.
Por los pasillos pasa una veloz Georgina Barbarossa probando su voz, en bata y con el pelo recogido, porque minutos después deberá lucir la peluca negra y fucsia de la temible madrastra. Y también Alicia Zanca los recorre supervisando todo antes de ir a cambiarse para transformarse en la hada madrina del cuento.
En tanto, junto al camarín de las hermanastras se encuentra el de Rodrigo Guirao Díaz, a quien le tocó el papel del príncipe. Antes de salir a actuar él hace ejercicios de estiramiento, trabaja su voz -en el baño para evitar que lo burlen- e intenta dejar todas sus preocupaciones afuera del teatro.
"Me gusta relajarme, tirarme en el piso, descansar, estirar y hacer algunos ejercicios para conectarme con este momento y sacar todo lo de afuera", comentó a lanacion.com.
Para Guirao Díaz lo que no puede faltar es una botella de agua al lado del escenario. "Soy un obsesivo del agua", dijo mientras aclaró que se debe a todo lo que corren, cantan y bailan en cada función.
Así, distendido, el elenco de Princesa Cenicienta ya está listo para salir a escena y darle el gusto a los cientos de niños que fueron a verlos para conocer en vivo y en directo de qué se trata la historia de esos enamorados que tienen tanto para agradecerle al famoso zapatito de cristal.
¿Cábalas? No, gracias. Ni Lopilato ni Guirao Díaz tienen cábalas antes de salir a escena.
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Princesa Cenicienta, minutos antes de salir al escenario
Luisana Lopilato y Rodrigo Guirao Díaz hablaron con lanacion.com sobre cómo se preparan antes de cada función y lo que no puede faltar en sus camarines
¡Qué empiece! ¡Qué empiece!, gritaron al unísono una multitud de niños y niñas que esperaba ansiosa el comienzo de la obra Princesa Cenicienta, una adaptación del clásico cuento de Charles Perrault realizada por Alicia Zanca, quien también la dirige.
Se apagan las luces, se abre el telón, surgen los primeros gritos y aplausos. Aparece Luisana Lopilato en la piel de la maltratada Cenicienta, que escucha atentamente las palabras de su padre: "leer te hará libre".
Una hora antes de subir al escenario del teatro Astral, Lopilato llegó para prepararse para salir a escena y para hablar con lanacion.com. Mientras contesta las preguntas dos peluqueras se encargan de su pelo y una maquilladora empieza a transformar su cara lavada en el rostro de una princesa. Después será hora de probarse las ropas de su personaje, ese que era su preferido de pequeña y que ahora comparte la fascinación con su sobrina.
"Cenicienta era el cuento que más leía y que más miraba en la tele. Además, es el cuento preferido de mi sobrina, que lo ve todo el tiempo", expresó la actriz a lanacion.com, que además aseguró que en su camarín no puede faltar comida.
En el camarín de al lado, siguen el mismo ritual las actrices que interpretan a las hermanastras Divina (Dalia Elnecavé) y Primavera (Laura Cymer), pero ellas mismas son las responsables de sus cabelleras y del maquillaje de sus caras. Ellas charlan relajadas mientras no despegan sus ojos del espejo que les sigue el paso a paso de la composición de sus malvadas jóvenes.
Por los pasillos pasa una veloz Georgina Barbarossa probando su voz, en bata y con el pelo recogido, porque minutos después deberá lucir la peluca negra y fucsia de la temible madrastra. Y también Alicia Zanca los recorre supervisando todo antes de ir a cambiarse para transformarse en la hada madrina del cuento.
En tanto, junto al camarín de las hermanastras se encuentra el de Rodrigo Guirao Díaz, a quien le tocó el papel del príncipe. Antes de salir a actuar él hace ejercicios de estiramiento, trabaja su voz -en el baño para evitar que lo burlen- e intenta dejar todas sus preocupaciones afuera del teatro.
"Me gusta relajarme, tirarme en el piso, descansar, estirar y hacer algunos ejercicios para conectarme con este momento y sacar todo lo de afuera", comentó a lanacion.com.
Para Guirao Díaz lo que no puede faltar es una botella de agua al lado del escenario. "Soy un obsesivo del agua", dijo mientras aclaró que se debe a todo lo que corren, cantan y bailan en cada función.
Así, distendido, el elenco de Princesa Cenicienta ya está listo para salir a escena y darle el gusto a los cientos de niños que fueron a verlos para conocer en vivo y en directo de qué se trata la historia de esos enamorados que tienen tanto para agradecerle al famoso zapatito de cristal.
¿Cábalas? No, gracias. Ni Lopilato ni Guirao Díaz tienen cábalas antes de salir a escena.
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